Para reparar el calentador de gas cuando se estropea hay que contar con profesionales. Aunque están diseñados para aguantar una gran actividad, la presión acaba desgastando el calentador. Por eso es clave identificar eventuales problemas en el calentador para llamar cuanto antes a expertos en la reparación de un termo de gas.
Los materiales acaban desgastándose con el paso del tiempo. Influyen el polvo, el roce del agua, el óxido y demás tipos de corrosión. Todo puede dañar piezas fundamentales del calentador de gas.
Además, el paso del combustible y el agua por las tuberías tienen un efecto de desgaste que puede hacer necesaria una reparación. No en vano, el calentador es una cámara en la que se quema el gas para producir una llama. En base a esto, tiene que aguantar la presión del aire caliente en el interior y acaba por necesitar una reparación. Además de poder hacernos cargo de los de gas, somos también expertos en la reparación de calentadores eléctricos.
En todos los electrodomésticos existen componentes con más posibilidades de averiarse porque sufren mayor desgaste. Lo mismo pasa cuando hablamos de la reparación de neveras, otra de nuestras especialidades. En el caso del calentador de gas, una de las partes que normalmente sufren averías es el serpentín, circuito de tuberías por las que circula el agua en el interior.
Cuando el serpentín se calienta, el agua también lo hace. A veces, la cal acaba por taponar el serpentín haciendo que el agua no fluya con normalidad y derivando en un mal funcionamiento y haciendo necesario reparar calentadores de gas.
Puede haber problemas también en el regulador, componente que dosifica el flujo de gas al interior del calentador. Garantiza que sale una cantidad razonable de gas hacia los fogones que calientan el serpentín.
Si sale demasiado se derrochará combustible. Si no sale el suficiente, el agua no se calentará a la temperatura adecuada. El regulador se avería con frecuencia.
Lo mismo decimos de la membrana, otra parte clave cuando acometemos instalaciones de calentadores. Es esencial para un correcto funcionamiento. Se trata de una pieza de goma sumergida en el agua que recibe un flujo de agua y actúa como un aviso para el calentador para que se active. Con el tiempo pierde flexibilidad y puede ser necesario que un profesional la sustituya por una nueva.
En definitiva, cuando hablamos de las instalaciones de tu calentador de gas tenemos que tener presente que en la mayoría de equipos las averías son las mismas. Casi todos los calentadores de gas y los eléctricos tienen los mismos problemas. Problemas de encendido y apagado, filtraciones de agua, atascos y taponamiento en tuberías, falta de presión del agua o aparición de ruidos extraños.
En todos estos casos es clave contar con expertos que actúen con conocimiento de causa y avalados por la debida experiencia en el sector como es nuestro caso. Tanto si tenemos claro dónde está el origen del problema como si no, necesitamos la ayuda de un profesional.